
Reparación de fachadas de ladrillo visto
Recomendaciones y documentación

Las fachadas de ladrillo visto son apreciadas por su estética rústica y su durabilidad. Sin embargo, el paso del tiempo, la exposición a la intemperie y diversas causas constructivas pueden generar lesiones que comprometen su aspecto y rendimiento. Mantener y rehabilitar fachadas de este tipo requiere un enfoque técnico riguroso, cumpliendo las exigencias del Código Técnico de la Edificación CTE en cuanto a seguridad estructural, estanqueidad y eficiencia energética. Además, en entornos urbanos como Madrid, la normativa de Inspección Técnica de Edificios (ITE) y la Ordenanza de Conservación, Rehabilitación y Estado Ruinoso de las Edificaciones obliga a los propietarios a mantener las fachadas en buen estado para evitar riesgos a personas y bienes.
A continuación, se describen las patologías más frecuentes en fachadas de fábrica de ladrillo visto y las técnicas de reparación tradicionales y avanzadas para abordarlas con eficacia. Las más comunes son:
Patologías mas comunes

Fisuras y grietas estructurales
Aparición de fisuras (aberturas pequeñas) o grietas más grandes en el paramento de ladrillo. Suelen tener origen en movimientos estructurales del edificio, dilataciones térmicas o asentamientos de la cimentación. Estas grietas en la fábrica normalmente no se deben a un fallo del propio ladrillo, sino a causas externas (por ejemplo, deformaciones en forjados, sobrecargas o defectos constructivos). Requieren especial atención, ya que ciertas grietas pueden evolucionar hasta comprometer la estabilidad local e incluso provocar desprendimientos.
Eflorescencias salinas
Se manifiestan como manchas superficiales blanco-grisáceas en los ladrillos o juntas. Son depósitos de sales solubles arrastradas por la humedad que, al evaporar el agua, cristalizan en la superficie. En fachadas de ladrillo cerámico son frecuentes y por lo general constituyen un problema estético más que estructural. Su presencia indica migración de agua a través de la fábrica, pudiendo asociarse a filtraciones. Aunque no comprometen la resistencia del muro, afean el acabado y señalan presencia de humedad.
Disgregación del ladrillo (exfoliación)
Consiste en la pérdida de cohesión interna del material cerámico, que se manifiesta porque la cara del ladrillo se descama o pulveriza en láminas. Suele originarse por la combinación de envejecimiento, contaminación ambiental y ciclos de hielo-deshielo. La exfoliación de la capa superficial hace que el ladrillo se vuelva más poroso y frágil, favoreciendo la entrada de agua y, a largo plazo, ocasionando desprendimientos puntuales de fragmentos. Esta patología disminuye la integridad del paramento y suele observarse en ladrillos de baja calidad o muy antiguos.
Humedades y manchas biológicas
La porosidad del ladrillo hace que pueda acumular agua en su interior si las juntas están degradadas o existe filtración. Esto provoca apariciones de manchas de humedad verdosas o negruzcas en la fachada, debidas a colonización de algas, mohos u hongos que prosperan en superficies húmedas. Además de ser antiestéticas, las humedades persistentes implican que la fachada no es estanca; con el tiempo podrían derivar en filtraciones de agua al interior del edificio, También la humedad facilita los ciclos de hielo-deshielo en el ladrillo, acelerando la disgregación. Por ello, las humedades en fachada deben atajarse tanto por salubridad como por durabilidad.
Desprendimiento de piezas
Es la manifestación más peligrosa: partes del revestimiento de fachada (fragmentos de ladrillo o mortero) pueden desprenderse y caer a la vía pública. Suele ser consecuencia extrema de las patologías anteriores (p. ej., un ladrillo muy disgregado que termina rompiéndose, o grietas que desestabilizan piezas). Los desprendimientos en fachadas son considerados deficiencias muy graves en las inspecciones ITE, ya que suponen riesgo para los viandantes. Por ello, es obligatorio instalar medidas de seguridad (redes, apeos) y acometer la reparación inmediata de la fachada cuando se detecta peligro de caída de materiales.
Métodos de reparación de fachadas de ladrillo visto


Para cada patología existe una técnica de reparación adecuada. En muchos casos se aplicará una combinación de métodos para restaurar plenamente la seguridad y apariencia de la fachada. A continuación, se describen los métodos tradicionales y actuales más utilizados:
Reposición de juntas (rejuntado)
Consiste en renovar el mortero deteriorado de las juntas entre ladrillos. Se elimina el mortero viejo en mal estado (picando cuidadosamente unos 2 cm de profundidad) y se rellena nuevamente con mortero de rejuntado compatible. Este mortero puede ser de base cemento con cal o incluso mortero de cal hidráulica natural en edificios históricos. El rejuntado restablece la estanqueidad de la fachada sellando las uniones y recupera su resistencia frente al agua y al viento. Es una reparación tradicional esencial cuando se observan juntas erosionadas, abiertas o con filtraciones. Se recomienda usar morteros pre-dosificados homologados para rejuntado, con buena adherencia y propiedades anti-eflorescencia, siguiendo las indicaciones del fabricante para garantizar su durabilidad.
Cosido de fisuras estructurales
Las grietas que atraviesan ladrillos y morteros requieren un cosido para recuperar la continuidad del muro. Un método moderno es colocar barras helicoidales de acero inoxidable embebidas en tramos horizontales que atraviesan la grieta (previa apertura de una regata en la junta de mortero). Estas barras actúan como “grapas” que cosen la fisura, restituyendo la estabilidad y evitando aperturas futuras. Se fijan con resinas epoxi o mortero de alta resistencia. Este sistema, conocido también como grapado de grietas, aporta refuerzo discreto sin cambiar el aspecto del ladrillo visto. Existen kits comerciales de cosido (p. ej. barras helicoidales de acero AISI 304 de 6–8 mm) recomendados para este fin Alternativamente, en algunos casos se emplean inyecciones de resina en grietas finas (fisuras no estructurales) para sellarlas, aunque en fábricas de ladrillo el cosido con armaduras suele ser más efectivo si la grieta es activa.
Limpieza y eliminación de eflorescencias
Para tratar las eflorescencias y suciedad general de la fachada, se llevan a cabo limpiezas controladas. Según el caso, se puede emplear limpieza mecánica (cepillado manual o proyección de arena a baja presión), limpieza química con agentes específicos (por ejemplo, aplicación de ácido diluido para disolver las sales superficiales, seguido de un buen enjuague) o limpieza con agua nebulizada. Es fundamental escoger un método que no dañe el ladrillo: evitar altas presiones o químicos agresivos. Las eflorescencias deben cepillarse en seco una vez estén las sales cristalizadas; si persisten, puede aplicarse un limpiador ácido formulado para fachadas cerámicas. Tras la limpieza, es aconsejable identificar la fuente de humedad que genera las sales para corregirla, y eventualmente aplicar un tratamiento preventivo (hidrofugante) para reducir futuras apariciones. NOTA: Las manchas verdosas de moho se eliminan con fungicidas o lejía diluida, y aclarando luego con agua, asegurando también corregir la causa de la humedad.
Consolidación de material disgregado
Cuando los ladrillos presentan disgregación o pérdida de material (polvo, escamas) pero aún no justifican su reemplazo, se pueden consolidar. La consolidación consiste en impregnar la superficie del ladrillo con un producto consolidante que penetra en sus poros y vuelve a endurecer el material deteriorado. Típicamente se emplean silicatos de etilo u otros resinas consolidantes específicas para piedra y cerámica. Estos productos, aplicados con brocha o spray en múltiples pasadas, reaccionan internamente y mejoran la cohesión del ladrillo sin formar película externa visible. Antes de consolidar, la superficie debe estar limpia y seca. Tras el tratamiento, el ladrillo recupera parcialmente su resistencia superficial y se reduce su pulverulencia. Esta técnica es habitual en restauración de patrimonio, y debe realizarla un especialista, seleccionando un consolidante compatible que no altere el color ni la transpirabilidad del muro.
Sustitución puntual de ladrillos dañados
Si algunos ladrillos están muy deteriorados (rotos, hinchados por hielo, o con disgregación avanzada), la solución óptima es reemplazarlos por piezas nuevas. La sustitución puntual implica demoler cuidadosamente el ladrillo afectado (o la porción suelta), retirando fragmentos sin dañar los ladrillos adyacentes, y colocar un nuevo ladrillo del mismo formato y color, asentado con mortero adecuado. Es importante que el nuevo ladrillo tenga características similares al existente (resistencia, absorción) para no generar tensiones. Con este método se corrigen zonas localizadas de la fachada, manteniendo la estética original. También se recurre a la reposición de piezas en zonas donde haya habido desprendimientos. Tras colocar los nuevos ladrillos, se rejuntan integrando la reparación con el resto de la fábrica.
Tratamiento hidrofugante superficial
Una vez restaurada la integridad de la fachada (juntas selladas, grietas cosidas, piezas reparadas), es muy recomendable aplicar un tratamiento hidrofugante sobre el ladrillo visto. Los hidrofugantes son productos líquidos (generalmente a base de silanos/siloxanos o resinas acrílicas) que se aplican sobre la fachada para impermeabilizarla frente al agua de lluvia, reduciendo la absorción del ladrillo sin obstruir su poro (es decir, permiten la transpiración del muro). De este modo, se previene la penetración de humedad que causa eflorescencias y moho, a la vez que se evita que nuevas heladas degraden el material. La fachada tratada repele el agua (efecto perlado), pero mantiene su apariencia natural al ser productos incoloros. Antes de hidrofugar, la superficie debe estar seca y limpia; y es preferible usar hidrofugantes transpirables recomendados para ladrillo cerámico. Estos tratamientos prolongan la vida de la reparación, aunque conviene reaplicarlos cada cierto número de años según indique el fabricante para asegurar su eficacia.
Refuerzos estructurales adicionales
En casos de daños graves o problemas estructurales de la fachada (por ejemplo, muros con abombamientos, pérdida de estabilidad, o edificios antiguos donde la fábrica trabaja como cerramiento estructural), pueden requerirse refuerzos mayores. Entre las técnicas actuales se incluye la instalación de mallas de fibra de vidrio o de carbono embebidas en un revoco de mortero especial, formando un sistema de refuerzo superficial denominado FRCM (Fabric Reinforced Cementitious Matrix). Estos sistemas aumentan la resistencia del muro a tracción y a cortante sin añadir peso significativo, y están compuestos por morteros técnicos de alta ductilidad y mallas de refuerzo. Otra opción es adherir laminados de fibra de carbono o platabandas metálicas en puntos críticos (por ejemplo, sobre dinteles fisurados) para repartir cargas. Adicionalmente, si la fachada de ladrillo visto es una hoja exterior anclada a un muro interior, se pueden colocar anclajes mecánicos de acero inoxidable que conecten ambas hojas para estabilizarlas. Todas estas intervenciones deben ser calculadas por un técnico competente, ya que alteran el comportamiento estructural del cerramiento. Los sistemas de refuerzo estructural modernos cuentan con documentación técnica de fabricantes (p. ej. manuales de Sika, Mapei, etc.) que describen su instalación paso a paso, garantizando su eficacia cuando se aplican correctamente.
Materiales y productos recomendados


La calidad y compatibilidad de los materiales de reparación es crucial para el éxito a largo plazo. A continuación se proponen algunos productos y sistemas, habitualmente recomendados por fabricantes y normativas, para la rehabilitación de fachadas de ladrillo.
Morteros de reparación homologados
Para rejuntado y reparaciones en fábricas de ladrillo se deben emplear morteros con marcado CE y conforme a normas UNE. Por ejemplo, morteros de clase M-5 según UNE-EN 998-2 (para albañilería estructural) o morteros de reparación R1–R2 según UNE-EN 1504-3, dependiendo de si la reparación es no estructural o estructural. Los fabricantes ofrecen morteros premezclados específicos para reposición de juntas de ladrillo visto, que garantizan buena adherencia, baja retracción y color adecuado. También existen morteros de cal hidráulica natural para obras de restauración histórica. Es importante que el mortero nuevo sea compatible con el original en rigidez y permeabilidad al vapor, para evitar tensiones y futuras patologías. Asociaciones como ANFAPA recomiendan seleccionar morteros “no eflorescibles” y controlar la dosificación de agua en obra para prevenir manchas de salitre.
Sistemas de cosido y anclaje
Frente a grietas, los kit de cosido con barras helicoidales de acero inoxidable mencionados son productos habituales. Marcas especializadas (por ejemplo, Helifix, Mapei, Fischer) suministran barras, anclajes y resinas epoxi para este fin, incluyendo manuales técnicos. Estas barras suelen venir en diámetros de ~6–8 mm y longitudes adecuadas para solapar en ambos lados de la fisura. Su instalación exige ranurar las juntas, insertar la barra con adhesivo y cubrirla con mortero, quedando oculta. Para anclajes de fachada (cuando la hoja exterior se ha separado o bombea), se emplean anclajes de acero de expansión o de tipo tornillo roscado con resina, que conectan el ladrillo exterior con el muro interior o estructura resistente. Es fundamental usar acero inoxidable o galvanizado para evitar corrosión. Estos sistemas están homologados y ensayados para garantizar que aportan la estabilidad requerida.
Tratamientos hidrofugantes y de protección
En el mercado existen numerosos hidrofugantes específicos para fachada de ladrillo. Por ejemplo, productos a base de silano/siloxano monocomponente que penetran en el soporte (algunos en base agua, otros solventes). Se suelen comercializar listos para usar y se aplican con brocha, rodillo o pulverizador hasta saturación. También hay recubrimientos transparentes fotocatalíticos o con biocidas incorporados, que no solo impermeabilizan sino que evitan la proliferación de hongos y la acumulación de suciedad. En cualquier caso, debe verificarse que el producto es transpirable (alto grado de permeabilidad al vapor, para no atrapar humedad dentro del muro) y que está indicado para superficies cerámicas. Muchos fabricantes (Sika, Weber, Mapei, etc.) ofrecen fichas técnicas detallando rendimiento, dosificación y durabilidad de sus hidrofugantes. Es aconsejable escoger productos conformes a normas UNE de eficacia (por ejemplo, UNE-EN 16581 para hidrofugantes superficiales) y seguir escrupulosamente las instrucciones de aplicación para obtener los resultados deseados.
Sistemas de refuerzo estructural
Para intervenciones mayores, se cuenta con morteros estructurales armados y refuerzos compuestos. Por ejemplo, morteros de alta ductilidad con fibras (o armados con malla) como los de tipo FRCM mencionados, que vienen en kits con la malla de fibra de vidrio o carbono correspondiente. Estos morteros especiales suelen estar basados en cementos modificados o cales hidráulicas y mejoran la resistencia del conjunto muro-refuerzo. Otro producto frecuente son las bandas de fibra de carbono preimpregnadas (sistemas FRP) para pegar en fachadas fisuradas, aunque en ladrillo visto su uso debe estudiarse para no desvirtuar la estética (a veces se cubren luego con un revoco fino). Adicionalmente, perfiles de acero laminado pueden emplearse para reforzar dinteles o para recrecer pilares adosados desde el interior. Todos estos productos deben tener Evaluación Técnica Europea (ETE) o certificación equivalente para su uso en rehabilitación estructural. Se recomienda consultar la documentación técnica de los fabricantes (por ejemplo, guías de refuerzo estructural de Mapei, Sika, BASF, Fassa Bórtolo, etc.) y, ante cualquier duda, solicitar asesoramiento a sus departamentos técnicos para elegir la solución idónea.
la alternativa, rehabilitar con sistema sate


En algunos casos, la mejor solución para una fachada de ladrillo visto muy degradada,especialmente si no tiene valor estético singular presenta problemas generalizados, es optar por una rehabilitación integral con SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior). El SATE consiste en instalar un aislamiento térmico por el exterior del edificio, generalmente paneles rígidos fijados sobre la antigua fachada, y revestirlos con un mortero especial armado con malla y un acabado final (revoco coloreado, enfoscado, aplacado, etc.). Este sistema ofrece múltiples ventajas.
Mejora energética
El principal beneficio del SATE es que añade una capa continua de aislamiento térmico, elevando la eficiencia energética del edificio. Se eliminan puentes térmicos y se regula la temperatura del cerramiento, con lo que se reducen las condensaciones interiores por diferencia térmica. Esto elimina problemas de humedades por condensación y moho en interiores, a la vez que mejora el confort y reduce gastos de climatización.
Protección y estanqueidad
Al cubrir completamente la antigua fábrica de ladrillo, el SATE actúa como una piel nueva que protege frente a la lluvia y los agentes externos. Los paneles (ya sean de poliestireno expandido, lana mineral u otro material aislante) más la capa de mortero impermeable evitan que el agua alcance el antiguo muro de ladrillo. De este modo, se corrigen definitivamente filtraciones y problemas previos de humedad en la fachada original. El acabado exterior es continuo y sin juntas abiertas, por lo que la estanqueidad del cerramiento mejora sustancialmente.
Renovación estética
Un sistema SATE permite remodelar la apariencia del edificio. Si el ladrillo visto está muy parcheado o manchado, el SATE ofrece un acabado uniforme nuevo, pudiendo elegir textura y color al gusto (por ejemplo, revoco monocapa en color, mortero acrílico, piezas decorativas, etc.). Esto revaloriza el inmueble. Aunque se pierde la imagen de ladrillo visto, se puede optar por acabados que imiten ladrillo o incorporar detalles para mantener cierto carácter, si se desea.
Solución de conjunto
Al ser una intervención integral, el SATE soluciona de raíz muchas patologías: encapsula los fragmentos sueltos (ya no habrá desprendimientos a la vía pública porque el nuevo revestimiento los retiene), elimina las filtraciones al colocar una capa nueva impermeable, y detiene la degradación del ladrillo al quedar este confinado y sin exposición directa. Es una opción muy recomendable cuando las lesiones están extendidas en toda la fachada y las reparaciones locales resultarían insuficientes o demasiado costosas.
Como consideración, la aplicación de un SATE modifica ligeramente el espesor de la fachada (sumando típicamente 6–10 cm de aislamiento). Requiere proyecto y licencia, pero cumple con las exigencias del CTE en materia de aislamiento térmico (DB HE) y contribuye a la rehabilitación energética apoyada por subvenciones en muchos casos. En resumen, cuando el ladrillo visto original no pueda garantizar una rehabilitación satisfactoria, el SATE surge como la solución global más eficaz para la fachada.
Ordenanza de Conservación, Rehabilitación y Estado Ruinoso de las Edificaciones
Ayuntamiento de Madrid
Aclaraciones aislamiento de fachadas con sistema sate
Artículo en el que se aclaran diferentes aspectos del aislamiento de fachadas mediante el sistema sate.
Hola!
Están en Argentina?
Gracias
Buenas tardes Nancy, tenemos oficina en España y delegación en República Dominicana.
Tengo un suelo de ladrillos de barro el cual está tratado con aceite «mora». Pero algunas piezas se me están deshaciendo,¿ hay alguna forma de repararlos ?
Gracias
Buenos días Francisco, para poder intentar ayudarte necesitamos que nos indiques en que consiste esa degradación de las piezas con mas de detalle.
Buenas.
En respuesta a la pregunta de Esther Fernández de sí hay algún fabricante de sistema SATE que disponga de DiIT con acabado obra vista comentar que existe un sistema de aislamiento que se llama CANDI WALL que lo tiene por el Instituto Torroja.
Hola,
Te agradecería pudieras explicar por qué los tratamientos hidrofugantes no son recomendables en muros con humedades provenientes de ascensión capilar. Qué se hace en esos casos? Me refiero sobretodo a procedimientos que pueda recibir el muro, no ha generar ventilación en el pavimento. Gracias
La solución que mejores resultados ofrece, a nuestro juicio, es el revoque de los paramentos mediante morteros macroporosos. Es una solución económica que eleva considerablemente la transpirabilidad de los muros, evitando la formación de humedades y el deterioro de las piezas cerámicas.
Hola, muy buena la info. Muy interesante… Les hago una consulta, para reparar un ladrillo que esta tallado (por vándalos) qué recomiendan hacer; ¿Cambiar el ladrillo, solo esa pieza o hacer algo para renovarlo? Gracias por la info.
Buenos días Martín, la reconstrucción puntual de piezas de ladrillo con morteros dentro de un paño con cierta antigüedad suele tener en muchas ocasiones resultados dudosos.
La opción que solemos emplear, si es posible localizar piezas de similar dimensión y color a las existentes, es la sustitución de los ladrillos dañados. Dependiendo de las características de los paños es también altamente recomendable «pátinar» el muro después de la reparación para igualar el aspecto del conjunto.
Buenas:
Vaya por delante que creo que tenéis una página muy práctica, ilustrativa y asequible. ¿Sabéis si hay algún fabricante o algún sistema de SATE que tenga DITE para acabado de ladrillo cara vista, o algún tipo de homologación?
Buenos días, en nuestra oficina trabajamos con varios de los mejores fabricantes del mercado y ninguno de ellos tiene un Dite especifico para la terminación de ladrillo. Si que disponen del Dite del material sobre el que se aplica la textura especifica, si lo necesitas podemos facilitártelo.
Hola buenos días, hace cuatro años en mi comunidad se barnizó la fachada de ladrillo debido a que empezaban a caerse trozos a la calle. En principio todo quedó perfecto, pero este último invierno han aparecido en mi vivienda en la zona del salón numerosas manchas de humedad por el interior que antes no tenia.
¿Es posible que tena algo que ver el barnizado con las humedades? ¿tiene solución?
Hola Santiago, si han aplicado un producto tipo barniz lo mas probable es que hayan cerrado los poros del ladrillo a la permeabilidad del vapor de agua procedente del interior de la vivienda. Este problema es común en los meses de invierno en viviendas con alta saturación de vapor de agua, carpinterías de buena calidad y poca permeabilidad al aire exterior.
Hay soluciones a esta patología como son los aireadores en fachada o carpintería, solución a mi juicio no del todo optima ya que incide negativamente en los consumos energéticos. La mejor solución sin duda sería eliminar el barniz de la fachada y dar respuesta a las patologías iniciales de otra forma técnicamente mas optima.